Geografía
El Territorio
La India ocupa la mayor parte de un subcontinente, más o menos triangular, dividido de la gran masa continental asiática por grandes cadenas montañosas en el norte y por el océano en el este y oeste. La India antigua era más vasta que la actual incluyendo lo que es hoy Pakistán, sur de Nepal y Bangladesh [Mapa 1]. En cambio, Bhután, el norte de Nepal y la isla de Sri Lanka si bien pertenecen a la misma división geográfica, conocida como Asia del Sur, tienen su propia identidad merecedora de un tratamiento aparte.
El nombre India deriva de sindhu, una palabra autóctona que significa río y que se aplicó originalmente al Indo, el gran curso de agua que surca longitudinalmente a Pakistán. Los persas la pronunciaron hindu mientras que griegos y romanos la mutaron en Indus e India empleando esta última, por extensión, como apelativo de todo este nuevo mundo de fronteras inciertas y latitud desconocida cuyas primeras, escasas, noticias llegaron a Occidente por boca de los mismos persas y que, más tarde, vislumbró Alejandro de Macedonia. Los locales, por su parte, ignoraron este nombre designando a su tierra como “país de Bharata” en alusión a un ancestro mítico de la estirpe de los guerreros.
A las casi infranqueables cordilleras que los separan de la alta meseta tibetana los indios llamaron “morada de las nieves”, himālaya en sánscrito, nombre muy apropiado para picos que sobrepasan la línea de la nieve perpetua formando el mayor sistema orográfico del planeta. El Himalaya es, por cierto, una muy formidable barrera, integrada por un triple arco de cadenas paralelas, de unos 2.500 kilómetros de largo, que se continúa en el oeste con las montañas de los macizos del Karakoram e Hindu Kush interpuestos, a su vez, entre los valles de los ríos Amu Darya (el antiguo Oxus) e Indo. Una serie de pasos permiten eludir, sin embargo, los obstáculos del relieve, sobre todo el de Bolán en Baluchistán (sudoeste de Pakistán) y el de Khyber que comunica Jalalabad en Afganistán con Peshawar en Pakistán. Al atravesarlos se encuentra una vasta y fértil llanura, surcada por el Indo y el Ganges, extendiéndose interminable hacia el este.
El Ganges, el gran río sagrado de la India, nace en el Himalaya corriendo primero de norte a sur y luego de oeste a este para después de un largo trayecto desembocar en la bahía de Bengala donde confluye con el Brahmaputra. En su camino recibe numerosos afluentes entre los que sobresale el Yamuna con el que delimita la fértil región del Doab, o “tierra de los dos ríos”, otrora cubierta de densos bosques, talados progresivamente para transformarla en tierra de cultivo. La región extremadamente húmeda de Assam, comprimida entre el Himalaya y el macizo birmano, prolonga la llanura indogangética hacia el este sólo interrumpida aquí por la meseta de Shillong con sus yacimientos de hierro y carbón.
La tercera gran división geográfica de la India, después del Himalaya y la llanura indogangética, es la meseta del Deccán, una de las áreas geológicas más arcaicas del planeta y parte del continente primordial de Gondwana en un remoto pasado. Está enmarcada por relieves relativamente modestos en el norte ya que los montes Vindhya raramente sobrepasan los 1.000 metros. Hacia el oeste y el este se extienden, paralelos a las costas, otros relieves, los Ghats. Los occidentales son los más escarpados formando una cadena casi continua de 1.500 kilómetros de longitud, más alta en el sur que en el norte, donde termina en una serie de eminencias con picos de más de 2.600 metros. Como los Ghats occidentales reciben una abundante lluvia, son la fuente de los principales ríos de la península entre los que se incluyen el Godavari, el Krishna y el Kaveri (o Cauvery). Otro río de envergadura del Deccán y el único, junto con su hermano menor el Tapti, en correr hacia el oeste, es el Narmada el cual, acompañando siempre a los Vindhyas, termina por desembocar en el Mar Arábigo.
Por estar cerca del ecuador, el clima de la India es cálido la mayor parte del año. Se distinguen tres estaciones cuyo ritmo sigue los dictados del monzón, un sistema eólico regido por las diferencias de presión entre una masa continental de temperatura cambiante y el mar de temperatura relativamente estable. Los vientos monzónicos son los responsables del régimen de lluvias periódicas que caen en forma abundante entre junio y septiembre en la mayor parte del subcontinente. A esta estación húmeda y calurosa le sucede, de octubre a febrero, una templada y seca; a partir de marzo un nuevo aumento de la temperatura anuncia el comienzo de un verano tórrido y seco.
Regiones Culturales
La geografía contribuyó a determinar zonas culturales de límites imprecisos, pero relativamente constantes a pesar de las vicisitudes de la historia [Mapa 2]. Así se reconocen en el tercio más septentrional de la India, yendo de oeste a este: a) la Región del Noroeste b) Cachemira y c) la Llanura del Ganges. En el tercio central d) Gujarat y Rajasthán e) India Central y f) Orissa. El tercio meridional en su totalidad constituye la g) India del Sur.
a) La Región del Noroeste, coincidente con el actual Pakistán, fue la mayor puerta de contacto de la India con el exterior gracias a la relativa facilidad de comunicación con Irán, Afganistán y el centro de Asia, recibiendo variadas y complejas influencias provenientes de sus vecinos. Después de una larga evolución prehistórica fue la cuna de la civilización del valle del Indo, la primera cultura avanzada del subcontinente. Luego, pasaron por allí inmigrantes e invasores comenzando por los arios a los que siguieron persas, macedonios y oleadas de pueblos del Asia Central, árabes y afganos islamizados. Geográficamente se distingue por la presencia del Indo en su territorio cuyos cinco afluentes más notorios irrigan, en su parte norte, la llanura del Panjab o “tierra de los cinco ríos”. El curso inferior del Indo transcurre por la región meridional del Sind, a la que otorga su nombre, terminando mediante un delta en el Mar Arábigo. Hacia el noroeste del Panjab, encajadas en un ángulo entre el Himalaya y el Hindu Kush, se encuentran las planicies de Gandhara cuyo carácter internacional cristalizó en un arte notable imbuido de helenismo al comienzo de la era común.
c) La llanura del Ganges fue desde época temprana el granero de la India, proveyendo el río una vía esencial de comunicación para el desplazamiento de personas y mercaderías, sobre todo por la dificultad y lentitud del transporte terrestre. Esta circunstancia propició el desarrollo de una segunda urbanización, más perdurable que la primera, y el surgimiento de los primeros estados. Uno de los más poderosos fue Magadha, en el estado de Bihar, el que además de su riqueza agrícola y control estratégico del Ganges disponía en la meseta de Chota Nagpur del área más rica en minerales de todo el país. En el curso de la historia muchos imperios se gestaron en torno a este centro de gravitación política y económica.
El Ganges desemboca en la bahía de Bengala como un inmenso delta uniéndose con el Brahmaputra para formar el Padma. Los numerosos brazos cambian dramáticamente de curso con frecuencia provocando catastróficas inundaciones las que, por otra parte, se suceden de manera más regular durante las lluvias monzónicas favoreciendo los cultivos a la par que causando destrucción. La mitad oriental de Bengala, la actual Bangladesh, apenas se levanta sobre el nivel del mar y ya desde los albores se forjó una personalidad propia siendo conocida en la antigüedad como Vanga, nombre del cual deriva el de Bengala. La mitad occidental se llamaba, en cambio, Gauda y tanto en una como en otra la vegetación es exuberante por doquier, con bosquecillos de bambú, mangos y cocoteros que en el área costera de Sundarbans ceden el lugar a un bosque pantanoso de manglares y canales, dominio del tigre rayado.
d) En Gujarat la península de Saurashtra o Kathiawar, situada al sur del Sind, aparece ya desde un principio definida por su proximidad al Mar Arábigo, beneficiándose de los excelentes puertos de los golfos vecinos, el de Kutch (o Kachchh) al noroeste y el de Cambay al este, fuente para sus habitantes de ingresos constantes a través del comercio marítimo con Oriente Medio y Europa. Mientras que allí tiene su hogar el león asiático, bandadas de flamencos y manadas de asnos salvajes merodean en la desolación del pequeño y el gran Rann de Kutch, ubicados respectivamente al norte y noroeste de la península, antiguas extensiones del mar hoy convertidas en gigantescos pantanos salinos.
Los dos accidentes geográficos más notables del Rajasthán son el extenso desierto del Thar que lo separa del Sind y los montes Aravalli cuya diagonal lo divide en dos áreas de fertilidad desigual (noroeste improductivo y sudeste más fértil). La fisonomía de la región se define tardíamente con la estirpe de los Rajput, pueblos de espíritu marcial enfrentados entre sí y enemigos de los musulmanes en la época medieval, fundadores de notables fuertes estratégicos cuya perduración es una de las razones de su fama. Un área del sudeste del Rajasthán, sin embargo, gravitó precozmente en la escena política india, primero con el nombre de Avanti y, luego, con el de Malwa. Su capital era Ujjain, hoy incluida junto con el territorio circundante en el moderno estado de Madhya Pradesh, un centro político de primer orden no sólo a escala local, sino también con frecuencia a escala suprarregional.
e) La India central es una región difícil de definir abarcando la parte sur de Madhya Pradesh y el norte de Maharashtra. El territorio del primero se presentaba como una zona transicional en la que un remanso de islas agrícolas, en medio de bosques y colinas, alternaba con unas pocas ciudades, beneficiarias del comercio entre el Doab y el Deccán al estar emplazadas sobre las principales vías de comunicación entre ambos. Los intercambios eran, también, el mayor recurso del Maharashtra brindándole la costa de Konkan, entre los Ghats occidentales y el Mar Arábigo, buenos puertos, conocidos desde la antigüedad por negociantes griegos, egipcios y árabes. Desde la costa, rutas terrestres se dirigían al interior atravesando un paisaje singular de lavas erosionadas, asiento de numerosos templos y monasterios rupestres.
f) Al sudoeste de Bengala se extiende la provincia de Orissa, llamada en el pasado Kalinga, un área relativamente marginal cuya lenta evolución institucional no permite la formación de estados indígenas poderosos hasta la edad media. Una parte considerable de su población eran, y aún son, “tribus” de afiliación lingüística diversa, habitantes de los bosques que cubrían la generalidad del territorio. Aunque Orissa pertenece geográficamente al Deccán ha estado, por lo general, más en la órbita política y cultural del norte que en la del sur.
g) Los límites de la India del sur varían según el criterio empleado para definirla. La división política, establecida en 1.947 al proclamarse la independencia, tuvo en cuenta, ante todo, el mapa lingüístico ya que las cuatro provincias meridionales, Karnataka, Kerala, Andhra Pradesh y Tamilnadu, no sólo tienen una inmensa mayoría de parlantes de la familia dravídica, en contraste con el predominio de lenguas indoeuropeas en el resto del país, sino que cada una de ellas coincide con la distribución de un idioma particular. Geográficamente, hay continuidad sin embargo entre la India del sur y la central al formar ambas parte del Deccán, una continuidad apoyada a menudo por la historia cuando las dinastías del sur tendieron a considerar como frontera natural, antes que cualquier otra, a la “barrera” Vindhya-Narmada. Artísticamente, en cambio, el límite se encuentra mucho más abajo ya que el estilo meridional por antonomasia es el del Tamilnadu, siendo el Karnataka y Andhra Pradesh áreas híbridas y transicionales.
La arquitectura del Kerala es, en contraste, muy diferente de las precedentes reflejando los contactos internacionales de esta angosta franja de tierra aislada del interior por los Ghats, pero abierta al comercio marítimo con romanos, árabes, chinos y europeos. Paralelo a la costa del Kerala, llamada de Malabar, hay un paisaje característico en el que una sucesión de lagunas de agua salada, interconectadas por canales surcados por pintorescos botes de pescadores, se instala entre cocoteros interminables. La costa se estrecha hacia el norte, en el Karnataka, donde los Ghats dificultan su acceso. Allí la mayor parte de la superficie es ocupada por una meseta surcada por el Krishna y sus tributarios los cuales, naciendo en los Ghats occidentales, irrigan los suelos poco productivos del estado y del vecino Andhra Pradesh para desembocar en la bahía de Bengala.
La costa de Andhra Pradesh tiene casi 1.000 kilómetros de longitud prolongándose hacia el sur con la de Coromandel en el Tamilnadu, estado en gran parte fuera de los confines estrictos del Deccán al incurvarse los Ghats orientales para unirse con los occidentales en su parte septentrional. El Tamilnadu es el corazón del sur y su vasto territorio, predominantemente llano, se organizó ya desde el albor de la historia en tres subregiones bien marcadas. Hacia el norte se encontraba el país Pallava con su capital en Kanchipuram, cerca de la actual Chennai (llamada hasta hace poco Madrás); en el medio, en el delta del Kaveri (el río más prominente de la región), el país Cola cuyo epicentro era la ciudad de Tanjore, y en el extremo sur el país Pandya gobernado desde la añeja urbe de Madurai.
© 2009-10 (texto y mapas) Alejandro Gutman
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